La roca de la Acrópolis con el Partenón se eleva sobre las calles estrechas, el tráfico y las bulliciosas calles de la capital griega; el monumento de la eternidad en medio de la vida efímera de Atenas. Únete a nosotros para descubrir la magia de la roca sagrada de la Acrópolis, los tesoros que albergan el Nuevo Museo de la Acrópolis y el resto de las maravillas arquitectónicas del pasado que se encuentran entre las avenidas y edificios de la ciudad moderna.

En la región de Argólida, nuestro viaje a través del tiempo continúa hacia el sur. Pasa por el Canal de Corinto, una obra artificial que conecta el Peloponeso con la Grecia continental, hasta llegar al Teatro de Epidauro, el Teatro Antiguo más grande y mejor conservado, construido en una ladera entre pinos. Cada año, durante el Festival de Epidauro, renacen la tragedia y la comedia griegas clásicas.

Un corto viaje conduce a Micenas, con su imponente Puerta del León, la Tumba de Agamenón y estructuras ciclópeas, antes de llegar a la Antigua Olimpia. Al día siguiente, antes de partir hacia el norte, visitaremos el Estadio de la Antigua Olimpia y los templos de la cuna de los Juegos Olímpicos.

Cruzaremos el moderno puente Río Antirio de camino a Delfos, que los antiguos griegos consideraban el «ombligo del mundo» y donde una sacerdotisa llamada Pitonisa transmitió profecías inspiradas en el dios de la luz y el sol, Apolo.

Al día siguiente, partimos hacia Kalambaka y los Monasterios de Meteora, donde la espiritualidad y la grandeza natural se combinan para brindar a los visitantes una experiencia inolvidable.

Después de este viaje en el tiempo y de haber visitado algunos de los lugares más importantes y hermosos de Grecia, regresamos a Atenas con una parada en las Termópilas.