Capital de Grecia y ciudad más importante del país. Debe su nombre a la diosa Atenea. Su historia se extiende por más de 3 mil años, haciendola poseedora de importantes restos arqueológicos como el mundialmente conocido Partenón, ubicado en la Acrópolis.

Atenas
Siglo V antes de Cristo. Una electrizante corriente artística recorría la que entonces, era la capital más prospera del mundo conocido. Borrada la sangre de la guerra contra los persas y con las ansias reformadoras de Pericles, Atenas se transformaba en la gran maravilla arquitectónica. Las principales estrellas de esa transformación se situaban en una de las colinas que salpican su perfil, la Acrópolis, gran centro de espiritualidad desde el Neolítico.
Hoy los hitos de aquella revolución arquitectónica forman parte de los libros de Historia del Arte: el Partenón, los Propileos, el Erecteion, con su portada de las Cariátides, el templo de Atenea Niké, el santuario de Zeus Pileo, el de Pandión, el Asklepion, el teatro de Dionisos…
Aun no siendo un experto en arte, la Acrópolis impresiona a cualquiera que pasee entre sus valiosísimos restos.
Las ilustres ruinas atenienses pueden ser milenarias pero no inertes. De hecho, durante buena parte del año algunas recuperan su uso original. Así sucede con los teatros de la Acrópolis, que devienen en protagonistas mientras se celebran los eventos incluidos en el Festival Epidaurus.
Esta cita, que trascurre de mayo a octubre, transforma los teatros de Herodes Atticus y Licabettus en escenarios donde declaman las mejores compañías. Algo parecido sucede con el milenario estadio Panatenáico o Kalimarmaro que en noviembre acoge el Maratón de Atenas y varios eventos durante todo el año.

Pero Atenas es mucho más que la Acrópolis...
La mayor parte de los que llegan a la capital griega lo hacen sólo en busca de los restos de la antigüedad Clásica. Sin embargo, la capital helénica ofrece mucho más que eso.
La capital griega está viviendo una autentica revolución, sus calles alternan los aromas del mundo antiguo con impresionantes monumentos que deben ser admirados tanto por lo que fueron como por su capacidad para adaptarse al presente. Moverse por la ciudad es sumamente sencillo, los sitios de interés están bien comunicados en transporte público y alojarse en un hotel céntrico es de las cosas más importantes que hay que tener en cuenta.
Los barrios de Atenas. A los pies de la Acrópolis, en pleno corazón de la ciudad, se halla el pintoresco barrio de Plaka, el barrio más atractivo que concentra las mejores muestras de arquitectura del pasado.
Seguidamente está Monastiraki; desde la plaza empieza el mercadillo al aire libre donde se puede encontrar todo tipo de ropa, antigüedades y recuerdos para comprar.
Desde la plaza de Monastiraki empieza la calle Athinas que lleva hasta el Mercado Central donde se pueden encontrar y degustar varios productos típicos griegos.
Un poco más al norte del mercado central se encuentra la plaza Omonia que a través de la calle Panepistimiou nos lleva hasta la plaza Syntagma, la plaza de la Constitución. Durante el camino se pueden admirar emblemáticos edificios neoclásicos.
Una visita imprescindible para los amantes de la Grecia Clásica es el Museo Arqueológico Nacional uno de los más importantes del mundo que acoge la mayor parte de los tesoros arqueológicos encontrados por todo el territorio Heleno.
Para descubrir la ciudad hay que manchar la suela de los zapatos con el asfalto de la Atenas moderna.
Plaza Agias Eirinis. Es uno de los sitios más de moda en el centro de Atenas ahora mismo. Llena de cafés, pubs y restaurantes con buena música y ambiente día y noche.
Barrio de Gazi y Keramikos Keramikos (Cerámico) fue la zona en la que trabajaban los alfareros y la mayor necrópolis / cementerio de toda Grecia entre los siglos V y IV a. C., hoy en día se puede visitar el cementerio con la misma entrada de la Acrópolis, merece la pena ver también su pequeño museo.
Muy cerca de Keramikos está la plaza de la Technópolis de Gazi, la antigua fábrica de Gas del año 1862 que se ha convertido en los últimos años en centro cultural donde se celebran muchos conciertos, exposiciones y festivales.
Alrededor de la plaza se encuentran muchos locales llenos de gente joven y mucho ambiente, es una de las mejores zonas de la ciudad para salir de marcha tanto en verano como en invierno.
Likavitos (Lycabettus) y Kolonaki La colina de Likavitos es el punto más alto, 277 metros, en el centro de la ciudad de Atenas, se puede acceder por el funicular y desde arriba se pueden admirar unas preciosas vistas de Atenas y la Acrópolis.
La visita en la colina de Likavitos se puede combinar con un paseo por Kolonaki, el barrio más elegante de Atenas, se extiende desde la plaza Syntagma hasta los pies de Likavitos. Un barrio señorial con edificios neoclásicos conocido por sus tiendas de alta costura y su vida nocturna.
Las afueras de Atenas
Vouliagmeni está a 25 km del centro de Atenas a los pies de Monte Himitos.
Sus playas de arenas donde se juntan los atenienses los meses calurosos, el Club Náutico de Vouliagmeni y el puerto deportivo, los restaurantes y tabernas al lado del mar que se convierten en discotecas con la puesta del sol hasta las primeras horas de la mañana.
Cabo Sunio. Está en el sur de Ática a 65 km de Atenas. Es muy conocido por el Templo de Poseidón y el Templo de la diosa Atenea. Desde el Cabo Sunion se puede contemplar una preciosa puesta de sol.
Destinos
en Ática
Cabo Sunio
Hay muchas cosas que no podemos perdernos si visitamos Atenas e ir al Cabo Sunio es una de ellas. Famoso por alberga el templo de Poseidón y el templo de Atenea. Su espectacular vista al mar Egeo te dejará maravillado.
Islas del Golfo Sarónico
A una distancia entre 1 y 3 horas de Atenas, las Islas del Golfo Sarónico son la mejor opción para una escapada en velero o una excursión de día completo.
Lago de Vouliagmeni
El Lago de Vouliagmeni o Lago Hundido, es un tesoro escondido que se encuentra a tan solo 20km de distancia del centro de Atenas. Popularmente conocido por sus aguas termales de con 24 ºC durante todo el año, es un lugar que ningún turista puede dejar de visitar.